martes, 25 de agosto de 2009

Corazón de Vaca


Tengo la sensación de acabar de vivir algo que será importante el resto de mi vida. Después de unos días en Granada, reparando algunas heridas, vuelvo aquí. En otras ocasiones ha sido mi cura el sólo hecho de pisar Granada. Pero en esta ocasión al menos no ha sido Granada lo importante, sino un corazón de vaca.
Ha sido fácil dejarse llevar, perder la noción del tiempo, disfrutar de cada instante… Eso quizás sea el paraíso. O al menos uno de los muchos paraísos: Un patio lleno de geranios; una canción de Pereza; un paisaje urbano de Brno nevado; Real de Cartuja 24. No hablo de alcanzar la felicidad, si no de luchar por alcanzar metas. El fracaso parece omnipresente tantas veces que es esperanzador encontrar muestras, pequeñas muestras siquiera, de un futuro mejor. No hace mucho me impactó una frase que escuché: “Una utopía es una verdad futura”. Así lo creo. Doy fe de ello. Mejor dicho, sin dejar margen a la fe, así lo he comprobado.
Si encuentras a alguien con un gran corazón, quizás ese sea el paraíso. Un gran corazón, como el de un toro… ¡o el de una vaca! JEJEJE. Nada es imposible.